viernes, 25 de octubre de 2013

Capitulo 17 - Entre a vida y la muerte

 Para los humanos, la es una fiesta hasta que tomar conciencia de l muerte, cuando entienden que a existencia es un pequeño oasis entre la nada, y la nada. Descreído de la eternidad de sus almas, viven aterrados por la posibilidad de final que los asecha. Ese terror a la muerte, esa angustia existencial , hace que gasten enormes cantidades de energía en negar. Convencidos que son ese cuerpo que nacen y mueren, los humanos empiezan a vivir entre dicotimías, día , noche, luz y oscuridad, cielo e infierno, vida y muerte. La dicotimía no es parte de la naturaleza humana, tienen en si lo más sublime y lo más abyecto. No son malos o buenos, los humanos son ángeles y demonios. La complejidad de los humanos radica en si en l de dar vida o matar. La de amar hasta a muerte o vivir para odiar, son el resutado de a lucha entre a pulsión de vida y a pulsión de muerte. No es su culpa, está en su naturaleza. os atrae tanto el cuelo más elevado como el más profundo de los abismos. 
 Cada día en lo más profundo de sus almas se da una batalla entre la vida y la muerte. Cada día, sus pobres corazones se ven tironeados por fuerzas antagónicas. Amar el costado luminoso de os humanos es fácil, ama su oscuridad es revolución. El destino es el resultado de esa guerra que se da en sus almas, entre la luz y la oscuridad, entre la vida y a muerte. Hoy aprendí a tener compasión por los humanos, ellos, sus cuerpos, son solo el campo de batalla de una guerra eterna. La experiencia humana es en sí misma épica, una sucesión de batalla en lo que mejor de si mismo lucha con su parte más densa. En la guerra entre la vida y la muerte, soldado que huye nos sirve para otra guerra. 
Amar cuando menos se o merece es amar la oscuridad y proyectar la luz, la vida es la luz y la muerte oscuridad. La vida es amor y la muerte necedad. En esa guerra eterna y diaria, la lu, la vida, cuenta como un aliados poderoso, uno que a muerte desconoce, el amor. No es que el amor venza a la muerte, sino que la trasciendem cuando se ama, se es inmortal, la vida es un devenir entre luces y sombras. Y los humanos, son equilibristas asustados que caminan entre la cornisa. 

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